Este viernes 6 de marzo de 2020, nos ha visitado en el Rincón del cante Manolo Vilches, el cantaor Alfonso Salmerón. Almeriense, del antiguo Barranco del Caballar.
Este cantaor se caracteriza, por la perfección con la que hace todos los palos del flamenco. Desde niño, es amante de este arte. Gana con siete años el concurso de flamenco de Radio Juventud. A lo largo de su vida, ha trabajado en todos los tablaos de Madrid y algunos de Barcelona como cantaor "atrás". También ha participado en las compañías de Matilde Coral, Antonio Gades, María Rosa y el bailarín Antonio con el Ballet Nacional. Como cante "alante" se ha codeado en los escenarios con los cantaores de primera fila del país, Camarón, Chano, Carmen Linares, etc...Es el único cantaor que ha intervenido en una representación Operística como cantaor flamenco. En los años, 1985/1986, ha participado en Viena, en la ópera Carmen, compartiendo cartel con José Carreras, bajo la batuta de VonKarajan. Tiene grabados 8 discos de sus diferentes manifestaciones flamencas. Dado el gran registro de voz que ostenta, ha hecho sus pinitos como tenor lírico. Aportando su granito de arena a la evolución del flamenco, ha participado en fusiones de este arte con Jazz, Lírico y música Latina. Al mismo tiempo de sus actuaciones flamencas, se ha dedicado a la docencia en el Real Conservatorio de Madrid, como profesor de cante "atrás" y cantando para bailar. En Madrid tiene su peña flamenca Alfonso Salmerón en Alcorcón, La Uvita. Seguramente, me estaré dejando atrás, puntos de relevancia, pero dado lo extenso de su biografía, solo he querido destacar los más importantes. Pasamos a comentar su actuación.
Inició su actuación de una forma bastante original. Desde el escenario el guitarrista le dio tono y arrancó cantando por Tonás desde la puerta del camerino hasta el escenario. Realizó varias modalidades de este género en la que se incluyó la Debla y las propias Tonás. Se auguraba un gran recital con este inicio tan valiente y llamativo.
Continúo cantando por Caracoles. Arrancó el cante por el estribillo, sin guitarra. Con el poderío que realiza estos cantes y la forma original de ponerlos en escena, se ganó al público que supo corresponderle con grandes aplausos.
En tercer lugar, cantó por Solea. Hizo tres letras por Alcalá, que calentó al personal de manera importante. Continúo por Cádiz imprimiéndole ese compás importante que maneja de forma insuperable. Remató por Triana, dejando el listón muy alto para los siguientes cantes.
Terminó la primera parte por tientos rematando por tangos. Una de las variantes que sacó a relucir fueron los tangos de Triana. Cambiando la musicalidad, se fue hasta Extremadura, tierra tanguera donde las haya. El ritmo que le imprimió a estos cantes, hicieron las delicias del respetable, que lo recompensó con fuertes aplausos hasta su bajada del escenario.
La segunda parte la inició con cantes de su tierra, el Taranto (fandango de Almería), recordándonos voces del viejo cantaor Pedro el Morato y el estilo peculiar de “El tío Enrique”, tanto en la letra como en la forma de hacer. También cantó por Tarantas, en este caso las de Linares, tierra hermana de Almería en lo que se refiere a la minería. Finalizo la tanda con la Minera. En estos cantes es un gran especialista, así lo demostró el año 1985 ganando el primer premio de Taranto en El concurso Nacional de flamenco de Córdoba.
Siguió el concierto cantando por Seguiriyas, Estuvo acompañado por el rapsoda flamenco/taurino “El gitanillo Rubio”, después de cada cante por seguiriyas, recitaba un pequeño poema relacionado con el cante grande. Una vez más demostró Alfonso, el dominio que tiene de los cantes de más nivel. Les imprimió majestuosidad y pureza. Hizo eco de la casa de los Pavón, sacando a la luz las vibraciones que le daba Tomas Pavón a este cante. También sacó del baúl, los sonidos del mayor seguiriyero de todos los tiempos, me refiero a Manuel Torre. El público supo premiar a Alfonso con fuertes aplausos levantados de las sillas.
Como colofón y cierre de la actuación, nos deleitó con unos fandangos de Huelva en sus dos modalidades de acompañamiento (por arriba, para los tradicionales y por medio, para Alosno). Finalizó con una tanda de fandangos naturales, donde se escucharon letras propias del artista con musicalidad de “El de la Calzá”. Gustaron muchísimo al público asistente, logrando poner a toda la sala en pie dedicándole grandes aplausos.
El registro de voz de Alfonso a pesar de sus setenta y algunos años y sus formas de hacer, consiguieron una noche de flamenco como hacía tiempo no se vivía en el salón Mezquita de nuestra Casa. El torrente que salía de la garganta del cantaor y el compás machacón que le imprimió a los cantes, hicieron que se convirtiera el recital en todo un lujo, que no olvidaremos fácilmente.
Como siempre, nuestro Maestro y Guitarrista Oficial Juan Antonio Muñoz, acompañó los cantes con la sabiduría que le caracteriza. Yo destacaría de esa noche, los majestuosos toques que hizo por Seguiriyas y por Levante. Da mucho gusto escuchar esos sones antiguos, salidos de las manos de mi maestro Juan Antonio.
Esto es lo que ha dado de sí la noche del viernes 6 de Marzo. Hasta el próximo evento que será el día 3 de Abril de 2020 D. M.
Santiago Navarro.